Medalla de San Benito
La medalla de San Benito, es una protección contra el mal y el demonio, por medio de la victoria de la Santa Cruz.
MEDALLA DE SAN BENITO. PODER CONTRA EL DEMONIO Y PROTECCIÓN DEL MAL.
LA MEDALLA DE SAN BENITO. PODER Y DESCRIPCIÓN
El legado de San Benito. Aparte del libro de la Santa Regla, un reglamento estricto para sus monjes sobre cómo rezar y actuar, la Cruz y la Medalla de San Benito son importante sacramentales.
La Medalla de san Benito, es un sacramental con gran poder contra el demonio, y data de una época muy antigua, por lo que se usa en muchas creencias de origen cristiano. Debe su origen a la profunda devoción que el Santo profesaba a la Santa Cruz, signo adorable de nuestra Redención, y que recomendaba a sus discípulos para vencer las tentaciones y asechanzas del enemigo.
Debemos saber que el uso de sacramentales son instrumentos de protección. El Crucifijo de la Buena Muerte y la Medalla de San Benito han sido reconocidos por la Iglesia como una ayuda para el cristiano en la hora de la tentación, el peligro, el mal, y, principalmente, en la hora de la muerte. Puede ser llevada sobre el cuello, en un monedero, unida al rosario o puesta en la entrada de la casa. Su adecuada devoción, junto con una vida de escucha a la Palabra de Dios y el esfuerzo por ponerla en práctica, nos acerca a Cristo, nos protege de todo mal y nos prepara para la vida eterna.
Los sacramentales deben ser bendecidos por un sacerdote. Encuentra estos productos aquí.
GANAR INDULGENCIAS
El 12 de marzo de 1742 Benedicto XIV otorgó indulgencia plenaria a la medalla de San Benito si la persona cumple las siguientes condiciones:
Si realiza el Sacramento de la Reconciliación, recibe la Eucaristía, ora por el Santo Padre en las grandes fiestas y durante esa semana reza el santo rosario, visita a los enfermos, ayuda a los pobres, enseña la Fe Cristiana o participa en la Santa Misa.
Las grandes fiestas de las que se habla arriba son: Navidad, Epifanía, Pascua de Resurrección, Ascensión, Pentecostés, la Santísima Trinidad, Corpus Christi, La Asunción, La Inmaculada Concepción, el nacimiento de María, todos los Santos y fiesta de San Benito (11 de julio).
Quienes lleven la medalla de San Benito a la hora de la muerte serán protegidos siempre que se encomienden al Padre, se confiesen y reciban la comunión o al menos invoquen el nombre de Jesús con profundo arrepentimiento.
Indulgencias parciales
- Serán otorgados 200 días de indulgencia, si uno visita una semana a los enfermos o visita la Iglesia o enseña a los niños la Fe.
- 7 años de indulgencia , si uno celebra la Misa o esta presente, y ora por el bienestar de los cristianos, o reza por sus gobernantes.
- 7 años si uno acompaña a los enfermos en el día de todos los Santos.
- 100 días si uno hace una oración antes de la Santa Misa o antes de recibir la sagrada Comunión.
- Cualquiera que por cuenta propia por su consejo o ejemplo convierta a un pecador, obtiene la remisión de la tercera parte de sus pecados.
- Cualquiera que el Jueves Santo o el día de Resurrección, después de una buena confesión y de recibir la Eucaristía, rece por la exaltación de la Iglesia, por las necesidades del Santo Padre, ganará las indulgencias que necesita.
- Cualquiera que rece por la exaltación de la Orden Benedictina, recibirá una porción de todas la buenas obras que realiza esta Orden..
LA MEDALLA DE SAN BENITO
Hay una promesa de "quienes lleven la medalla de San Benito a la hora de la muerte serán protegidos, siempre que se encomienden al Padre, se confiesen y reciban la comunión o al menos invoquen el nombre de Jesús con profundo arrepentimiento."
Descripción de la medalla:
Al frente de la medalla aparece San Benito con la Cruz en una mano y el libro de las Regla en la otra mano, con la oración:
"A la hora de nuestra muerte seamos protegidos por su presencia."
El reverso muestra la cruz de San Benito con las letras:
C.S.P.B.: "Santa Cruz del Padre Benito"
C.S.S.M.L. : "La Santa Cruz Sea Mi luz" (crucero vertical de la cruz)
N.D.S.M.D.: "que el Dragón No Sea Mi Guía." (crucero horizontal)
En círculo, comenzando por arriba hacia la derecha:
V.R.S. "Abajo Retrocede Satanás"
N.S.M.V. "Para de Atraerme Con Mentiras"
S.M.Q.L. "Venenosa Es Tu Carnada"
I.V.B. "Trágatela Tú Mismo"
PAX "Paz"
En este breve texto, la victoria sobre el demonio se atribuye a la cruz de Jesucristo, que es luz y guía para el fiel, y que se opone al veneno y a la maldad del tentador. Es un eco de la consagración bautismal, donde el neófito es lavado con el agua de la regeneración y recibe la luz del Señor; pronuncia también las palabras de renuncia al demonio y confiesa la fe. Por ello el cristiano que lleva la medalla no lo hace con una preocupación supersticiosa por apartar a los malos espíritus, sino consciente que es por la presencia del Señor Jesucristo y una vida conforme a la gracia, como habrá de mantener alejado al diablo y sus tentaciones. Donde está la gracia divina, no se puede aproximar el demonio. Pero el combate contra las asechanzas y tentaciones diabólicas no le va a faltar al fiel, pues el Maligno quiere impedir su camino hacia Dios, es entonces que la oración, la señal de la cruz, la invocación a Cristo y a los santos son necesarios.
Para qué sirve la Medalla de San Benito
La medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia con gran poder de exorcismo. Como todo sacramental, el poder de la medalla no está en sí misma, sino en Cristo, y por la fervorosa disposición de quien la porta .
Más allí de la forma tradicional, hoy en día existen muchas formas de mostrar la devoción a la cruz y a la medalla de San Benito. Pueden ser expuestas en nuestro hogar, carro, lugar de trabajo, etc., o portarlas con nosotros como cuando usamos un llavero, o cuando nos ponemos una cadena u otra joyería...
1. En una cadena alrededor del cuello; 2. Adjunta a un rosario; 3. En el bolsillo o en el bolso, 4. Colocada en su coche o en casa; 5. Situada en los cimientos de un edificio; 6. Situada en el centro de una cruz.
El uso de cualquier artículo religioso es concebido como un medio de recordar a Dios y de inspirar la voluntad y el deseo de servir a Dios y al prójimo. No es considerado como un amuleto de buena suerte o un dispositivo mágico.
Origen y poder contra el demonio
Las investigaciones históricas sobre el origen de la Medalla de San Benito han determinado que su difusión comenzó probablemente en la región de Baviera hacia el año 1647. En esa época, durante el proceso judicial seguido a unas hechiceras, éstas declararon que no habían podido dañar a la cercana Abadía de Metten, porque estaba protegida por el signo de la Santa Cruz. En dicho monasterio se hallaron pinturas con representaciones de la Cruz junto con las iniciales que acompañan hoy a la Medalla. Pero las misteriosas letras no pudieron ser interpretadas hasta que en un manuscrito de la biblioteca se encontró la imagen de San Benito y la oración compuesta por las iniciales. En realidad, un manuscrito anterior (siglo XIV), que aún se conserva, procedente de Austria, parece haber sido el origen de la imagen y de la oración. En el siglo XVII un importante autor la tuvo por supersticiosa, debido justamente a los enigmáticos caracteres que acompañan a la imagen. Pero, en el año 1742 el Papa Benedicto XIV decidió aprobar el uso de la Medalla de San Benito, y mandó que la oración usada para bendecirla se incorporase al Ritual Romano.
El demonio, si bien ha sido derrotado, tiene todavía sus asechanzas, y encuentra muchas veces en nosotros un oído que se deja seducir. Por eso San Benito nos exhorta a no atender a esa voz que nos sugiere cosas malas, pero sí nos invita a escuchar la voz que viene de Dios por medio del Evangelio, en su Iglesia y en la oración. Por eso San Benito nos exhorta a no atender a esa voz que nos sugiere cosas malas, pero sí nos invita a escuchar la voz que viene de Dios por medio del Evangelio, en su Iglesia y en la oración.
El efecto habitual de la medalla es ponernos bajo la protección especial de San Benito, sobre todo si se añade a ello la confianza en los méritos de este gran santo y en el poder de la cruz. Numerosos son los hechos maravillosos atribuidos a la medalla. Es un poderoso seguro contra los ardides del demonio y para obtener gracias espirituales (apaciguamiento de tentaciones, de enemistades, conversiones, etc.), pero preserva también contra los accidentes de todo tipo, cura las enfermedades, protege el ganado, etc. Sin embargo, no actúa como un talismán que nos inmunice automáticamente contra toda adversidad. A ejemplo de Cristo, todo cristiano debe llevar la cruz. Es necesario que nuestras faltas sean expiadas, que nuestra fe sea probada y nuestra caridad acendrada, a fin de que aumenten nuestros méritos.
El Crucifijo con medalla de San Benito
El Crucifijo de la Buena Muerte y la Medalla de San Benito han sido reconocidos por la Iglesia como una ayuda para el cristiano en la hora de tentación, peligro, mal, principalmente en la hora de la muerte. Le ha dado al Crucifijo con la medalla Indulgencia Plenaria.
La indulgencia plenaria de la Cruz de la Buena Muerte, quien realmente crea en la santa Cruz, no será apartado de El, ganará indulgencia plenaria en la hora de la muerte. Si este se confiesa, recibe la Comunión o por lo menos con el arrepentimiento previo de sus pecados, llamando el Santo nombre de Jesús con devoción y aceptando resignadamente la muerte como venida de las manos de Dios. Para la indulgencia no basta la Cruz, debe representarse a Cristo crucificado. Esta cruz también ayuda a los enfermos para unir nuestros sufrimientos a los de Nuestro Salvador.
Aquel que haya sido excomulgado de la iglesia y arrepentido cumpla su penitencia una vez se haya confesado ante la autoridad, obispo o superior y comulgue el domingo de resurrección será glorificado obteniendo la indulgencia. Jn.13 31-35
La medalla debe ser bendecida por un sacerdote con esta oración especial
-Nuestra ayuda nos viene del Señor
-Que hizo el cielo y la tierra.
- Te ordeno, espíritu del mal, que abandones esta medalla, en el nombre de Dios Padre Omnipotente, que hizo el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos se contiene.
Que desaparezcan y se alejen de esta medalla toda la fuerza del adversario, todo el poder del diablo, todos los ataques e ilusiones de satanás, a fin de que todos los que la usaren gocen de la salud de alma y cuerpo.
En el nombre del Padre Omnipotente y de su Hijo, nuestro Señor, y del Espíritu Santo Paráclito, y por la caridad de Jesucristo, que ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos y al mundo por el fuego.
Bendición
-Señor, escucha mi oración.
-Y llegue a tí mi clamor.
- Oremos:
Dios omnipotente, dador de todos los bienes, te suplicamos humildemente que por la intercesión de nuestro Padre San Benito, infundas tu bendición sobre esta sagrada medalla, a fin de que quien la lleve, dedicándose a las buenas obras, merezca conseguir la salud del alma y del cuerpo, la gracia de la santificación, y todas la indulgencias que se nos otorgan, y que por la ayuda de tu misericordia se esfuerce en evitar la acechanzas y engaños del diablo, y merezca aparecer santo y limpio en tu presencia.
Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor. Amén.
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