Enrique Shaw: el empresario de Dios (DVD)
Documental en DVD ENRIQUE SHAW: EL EMPRESARIO DE DIOS: ¿Podría un empresario, un rico, llegar a los altares? Enrique Shaw rompió los esquemas establecidos impulsado por su ideal cristiano. Fue hijo, amigo, maestro, padre y esposo ejemplar... leer más
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ENRIQUE SHAW: EL EMPRESARIO DE DIOS
Sinopsis del DVD:
ENRIQUE SHAW: EL EMPRESARIO DE DIOS
¿Podría un empresario, un rico, llegar a los altares? Enrique Shaw rompió los esquemas establecidos impulsado por su ideal cristiano. Fue hijo, amigo, maestro, padre y esposo ejemplar. De mano de la Virgen se transformó en el jefe que derribó murallas para hablar de igual a igual con los trabajadores. Prefirió la sensibilidad a la indiferencia, la sonrisa a la distancia, el coraje frente a la adversidad…
El ejemplo de Enrique Shaw nos hace ver que la vida vale la pena cuando se convierte en acto de amor al prójimo. De él dijeron que si hubieran existido muchos empresarios así, hoy sería muy distinto el mundo que nos toca vivir.
FICHA TÉCNICA:
Título Original: Enrique Shaw: el empresario de Dios |
Quién fue ENRIQUE SHAW
*Fuente: https://www.enriqueshaw.com/
Hijo de Sara Tornquist y Alejandro Shaw, nace el 26 de febrero de 1921. Sara su madre fallece en 1925 y su esposo cumple su deseo póstumo confiando la formación de su hijo Enrique a un sacerdote sacramentino.
Alumno sobresaliente del colegio “La Salle”, cultiva y profundiza su vida espiritual. En la Escuela Naval Militar dará un extraordinario testimonio de fe, y en los mares del sur, desarrolla una comprometida labor apostólica.
Se casa con Cecilia Bunge en 1943; llegarán nueve hijos y la vida familiar irradiará un clima de alegría activa y acogedora que sabrán compartir generosamente. En 1945 siente finalmente que Dios lo llama a cumplir una misión especial. Pensaba en hacerse obrero por su vocación apostólica y social, pero un sacerdote lo persuade que debe llevar el Evangelio al mundo empresario. En este nuevo rumbo asume como virtudes empresarias la eficacia, la energía y la iniciativa. En Cristalerías Rigolleau llega a ser Director Delegado.
Entre las múltiples entidades en que actúa, participa en la Acción Católica y el Movimiento Familiar Cristiano. Junto con otros empresarios participa en la organización de ayuda a la Europa de post-guerra que en 1946 promueve el Episcopado argentino, respondiendo al llamado de Pío XII, e intenta crear una entidad para que los empresarios “sean más cristianos”.
Con el estímulo del Canónico Cardijn funda en 1952 la actual Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) y en intensa acción evangelizadora dirigida al país y América Latina promueve el ingreso a UNIAPAC (Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresa).
En 1957 se le detecta un cáncer incurable. Acepta con cristiana serenidad esta dura prueba e inicia una tenaz lucha contra la enfermedad.
Participa en congresos, dicta conferencias, edita publicaciones, redacta manuscritos aún inéditos. Integra como Tesorero el primer Consejo de administración de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA). Participa en la fundación del Serra Club.
Presidente de los Hombres de Acción Católica en 1961, ese mismo año será expositor en el Congreso Mundial de UNIAPAC celebrado en Chile. Su salud empeora en 1962 pero no declina hasta el final de su labor de dirigente. El último de sus valiosos y originales escritos “… y Dominad la tierra…” data de marzo de 1962.
El 9 de julio se pone en conmovedora evidencia la relación de comunicación y afecto que mantenía con la gente, cuando, en una reunión con el personal, agradece cálida y humildemente a quienes donaron sangre para las intervenciones que prolongaron su vida. Hace un breve viaje a Lourdes y allí ofrece sus oraciones por familiares y amigos. Fallece el 27 de agosto de 1962.
PENSAMIENTO
*Fuente: https://www.enriqueshaw.com/
Una de las aficiones de Enrique fue poner por escrito, en pequeñas libretas, cuadernos y papeles sueltos, muchos de sus pensamientos, sus reflexiones, conversaciones con él mismo, con Dios y con los demás.
Aquí les presentamos algunas citas sobre aquellos temas -como el rol del dirigente, la familia, la santidad- que tanto le interesaban.
“La vida activa nos ofrece, si queremos, una magnífica oportunidad de vernos a nosotros mismos, de sorprender nuestras cualidades y defectos. Sin el trabajo exterior resultaría muy difícil conocernos, ya que hay en cada uno de nosotros mucho mal escondido y disimulado bajo un exterior aparentemente calmo. La observación de la manera de cumplir con nuestro trabajo puede ser un magnifico método de examen de conciencia; es un espejo que nos devolverá la imagen fiel del espíritu que en realidad nos domina. La vida activa así analizada comprueba si son superficiales o profundas las virtudes adquiridas, y hace resaltar nuestras deficiencias internas”
“Y si el dirigente de empresa es cristiano y está en posesión del programa de Dios para la humanidad, se espera de él una mayor perspicacia, mayor comprensión y un liderazgo seguro y optimista. Somos de una doctrina que cree en el pecado, pero también en la Redención, en una sobreabundante reparación. Pero ¿estamos realmente persuadidos de que la Redención es un acontecimiento en el cual todos nos encontramos asociados y al que debemos prolongar? ¿Tenemos la convicción de que estamos encargados de hacer mejor al mundo y de que podemos hacerlo?”
“Hay que cristianizar a la clase patronal argentina. Es indispensable mejorar la convivencia social dentro de la empresa. Importa mucho que el dirigente de empresa sea accesible. Hay que humanizar la fábrica. Para juzgar a un obrero hay que amarlo.”
“Más que nunca en los tiempos actuales, y a pesar de las dificultades, tienen el deber los Dirigentes de Empresa, como intelectuales y dirigentes, de aportar un mensaje y la luz de la fe al desarrollo de los espíritus, de esforzarse por secundar, a la luz de los principios sociales cristianos, la búsqueda de las soluciones adaptadas a las realidades siempre mudables.” Agrega: “debemos crear trabajo… y cuanto más eficiente sea nuestra labor, más recursos tendrá la Providencia para repartir entre pobres y necesitados”.
Las frases han sido seleccionadas de los libros “….Y dominad la tierra” y “Notas y apuntes de Enrique Shaw.”
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