Sinopsis del CD de música:
DESCÁLZATE
(AIN KAREM)
¡Descálzate! Es el imperativo que escucha Moisés cuando se atreve a ir más allá de lo conocido y descubre que la realidad está habitada por una Presencia que le envuelve y le llama por su nombre. ¡Descálzate! Es el momento de despojarte de cuanto te impide vivir en profundidad. ¡Descálzate! Y escucha tu nombre pronunciado por la boca del Señor ¡Descálzate! Es el momento de ir, de la mano de Moisés, al encuentro con el Dios de la Vida.
Canciones incluidas en el CD:
1.Descálzate
2.La vid verdadera
3.Ven, Espíritu de Dios
4.Realidad
5.Boga mar adentro
6.No tengas miedo
7.Magnificat
8.Ardo en celo
9.Amor y más amor
10.Rut y Noemí
11.Ven, Espíritu
12.María Magdalena
13.Joaquina emigrante
Sobre el grupo:
AIN KAREM
Ain Karem es un proyecto de evangelización de las HH Carmelitas de la Caridad Vedruna, que surgió en el año 2000 con el objetivo de anunciar la Buena Noticia de Jesús, el Señor, a los más jóvenes.
El punto de partida fue una experiencia, la alegría de cantar a Dios, la maravilla de poder anunciar a través de nuestras voces y guitarras aquello que habitaba en lo más profundo de nosotras, las posibilidades inmensas que tiene un lenguaje como la música para poder expresar lo que a veces con las palabras no podemos o no sabemos, un lenguaje que conecta con algo que ya está dentro de la persona.
Por ello, la seña de identidad de este proyecto ha sido y es CANTAR LA PALABRA, y ser, de este modo, una mediación para la oración, para el encuentro con el Autor de todo lo creado.
¿Por qué el nombre de Ain Karem?
Ain Karem es el nombre del pueblo en el que la Tradición sitúa este encuentro entre María e Isabel. Allí tuvo lugar la Visitación, después de que ambas mujeres hubieran sido “visitadas” por Dios e invitadas a participar en su Proyecto de Salvación. Cuando María se encuentra con Isabel, las dos se saben embarazadas, llenas de Vida, y en un abrazo comparten su alegría, dan a gracias a Dios juntas y, gozosas, entonan cantos. Es este el momento en el que María proclama su Magnificat.
Tomamos este icono como referencia, pues la razón que nos lleva a componer y cantar puede acercarse, de alguna manera, a lo que debieron experimentar María e Isabel… ¿cómo no alzar nuestra voz y entonar cantos de alabanza a este Dios que se hace carne, que nos “habita” y salva? ¿A este Dios que nos manifiesta su inmenso Amor haciéndose pequeño entre los pequeños?…