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El Jesuita Pedro Paéz:Cartas desde el Nilo Azul (Xerion)
El nombre del jesuita madrileño del siglo XVI Pedro Páez pasa desapercibido para la mayor parte de la gente, incluidos muchos historiadores y eclesiásticos. Precisamente por eso acercarse a su biografía es todo un descubrimiento, tanto por su vocación misionera como por la huella histórica y pétrea que hoy en día pervive en las tierras de Etiopía. Jesuita y misionero, pero también descubridor y constructor, son algunos de sus rasgos más destacados, a los que se les puede añadir los de historiador, escritor, aventurero... llegando incluso a cautivo y galeote..… leer más
Editorial: Xerión Comunicación y Publicaciones, S.L.
Autor: Wenceslao Soto Artuñedo
Páginas: 562 (48 láminas en color)
Idiomas: Español
Sinopsis del libro:
EL JESUITA PEDRO PAEZ - Cartas desde el Nilo Azul
El nombre del jesuita madrileño del siglo XVI Pedro Páez pasa desapercibido para la mayor parte de la gente, incluidos muchos historiadores y eclesiásticos. Precisamente por eso acercarse a su biografía es todo un descubrimiento, tanto por su vocación misionera como por la huella histórica y pétrea que hoy en día pervive en las tierras de Etiopía. Jesuita y misionero, pero también descubridor y constructor, son algunos de sus rasgos más destacados, a los que se les puede añadir los de historiador, escritor, aventurero... llegando incluso a cautivo y galeote.
Pedro Páez nació en 1564 en Olmeda de las Fuentes, población cercana a Alcalá de Henares. A los 19 años ingresó en el noviciado jesuita de Villarejo de las Fuentes (Cuenca), y dos años después comenzó los estudios de Filosofía en el colegio de Belmonte (Cuenca). Atraído por la llamada de las Indias, en 1588 se trasladó a Goa, y en 1589 zarpó por primera vez hacia Etiopía, destino que no alcanzó por ser capturado y pasar más de seis años de cautivo en Yemen. Liberado en 1596, en 1603 inició su segundo viaje hacia Etiopía. Esta vez sí llegó a su destino, y comenzó una misión en la que cuaja- ron multitud de conversiones y una estrecha relación con la familia real, en especial con el rey Susenyos.
En sus años etíopes, además de anunciar la Luz de Cristo que cuajó en numerosas conversiones, tuvo una vida muy activa en los más diversos campos, desde la construcción de un palacio y varias iglesias, hasta ser el primer europeo que alcanzó las Fuentes del Nilo.
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